...oficio
para deslumbrar y libertad para experimentar.
dixit Eva Grinstein, año 2003.
El día miércoles 19 de febrero se
inauguró la Muestra
del artista mendocino Miguel Gandolfo,
integrante
del staff de Galería de Arte Daniel Rueda, y junto a Salas Libertad, que inicia el
calendario 2014, en el espacio de
arte que posee
en el Hotel Intercontinental.
Del oficio
de Gandolfo no caben dudas, y la frase libertad
para experimentar, me llevó a realizar un recorrido por parte de su obra,
así pude validar la b´´usquedas y los cambios que se observan en el tiempo con distintas
“series”;
propuestas, que se mueven en la concreción de sus ideas,
invenciones
a través de la MADERA o del MDF.
Es recomendable
ver los videos del artista por
YOUTUBE, explicando algunas de sus exposiciones.
Sus “Atriles”, obras conceptuales donde unía al artista y al carpintero, dejando la madera con su color natural, desarrollaba una idea , más allá de la forma o la función.
Sus “Atriles”, obras conceptuales donde unía al artista y al carpintero, dejando la madera con su color natural, desarrollaba una idea , más allá de la forma o la función.
En
“Nudos” aparecía su oficio de
carpintero para concretar las formas,
con uniones complejas que resolvía con maestría técnica. Cintas quebradas blancas, provocaban tensiones en el espacio.
con uniones complejas que resolvía con maestría técnica. Cintas quebradas blancas, provocaban tensiones en el espacio.
Los
“Exhibidores”, obras que se podían “transformar”
moviendo tabletas sueltas, de color y en capas que hacían
participar al público, modificando las superficies y cambiando la obra, invitaban
a recrearlas lúdicamente.
Las
llamadas ”Cajas”, obras que en su diversidad de colores y en el
dominio constructivo, crecían hacia
adentro en la complejidad de los cortes, tienen un claro parentesco con
las obras que hoy se exponen
en el Hotel Intercontinental .
Salvo una
obra que habita un mundo cotidiano y que el artista intervino, las demás se presentan claras en su geometría, sólidas, semejan
arquitecturas, puras, minimalistas. El color, que en todos los casos es esmalte sintético, tampoco es azar, las gamas, las armonías, el ritmo pintado descubre una vez más un orden buscado. Y es un aporte que enriquece las obras.
Son paredes, son planos que encierran espacios, son aberturas que dejan pasar la luz, son ángulos que se repiten, son juegos que aparecen equilibrados, armoniosos, austeros.
El crítico Jorge López
Anaya decía de los artistas MADÍ, ".... ellos no crean (la creación pertenece al dominio de
lo romántico y lo poético), inventan,
como el ingeniero. La obra no es producto de un saber intuitivo, sino el fin de
un proyecto, una invención".
… el fin de un PROYECTO. Exactitud
de los cortes, la construcción y ensamble de las partes, no hay improvisación, hay
un plan riguroso, complejidad e innovación en las distintas series que
Gandolfo va construyendo,
logrando con cada obra el fin de un PROYECTO.
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